¿Nunca te has preguntado como sería todo sin esos pequeños detalles?
Sin ese trozo de chocolate que dejas que se deshaga en tu boca, sin el café de después de comer o sin esas pequeñas tonterías que parecen no tener importancia pero que consiguen arrancarte una sonrisa, la mas pura y verdadera...
Todo el mundo está pendiente siempre de las cosas aparentemente más importantes, pero yo creo que no. La vida se rije de las cosas mas insignificantes, aquellas que cuando las vives no les das la mera importancia, como una tarde más con tus amigos o la película en familia de los Domingos, pero en la mayoria de los casos solo nos acordamos de ellas cuando han pasado los años. Las recordamos con envidia, pensando la suerte que teníamos en ese instante y que a lo mejor no la supimos apreciar.
Por eso hay que dejar que la vida te despeine, no le tengas miedo a nada, haz lo que te salga del culo, del alma, del corazón, pero hazlo, si crees que es lo que tienes que hacer, no llegues a viejo preguntándote como sería tu jodida vida ahora mismo si hubieras hecho aquello que no te atreviste...
Ahora es tu turno
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